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Cuatro de cada diez alumnos necesitan acompañamiento de un adulto para hacer sus actividades escolares

Así lo indica un informe preparado y difundido por el Observatorio Argentinos por la Educación.

Actualizada: 23/08/2020 01:25
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En el contexto del aislamiento, 4 de cada 10 alumnos (38,5%) de escuelas primarias necesitan acompañamiento constante de un adulto para resolver las actividades escolares. Prácticamente todos los estudiantes (95,6%) necesitan algún tipo de ayuda por parte de los adultos. Esto genera una demanda familiar adicional a la requerida normalmente, y supone una distribución desigual de oportunidades: los hogares con mayor posibilidad de invertir tiempo, con espacios más amplios en la vivienda y con adultos de mayor nivel educativo tienen mayor capacidad de acompañar que aquellos hogares hacinados y con adultos con menor nivel educacional.

Cantidad de tiempo que los alumnos/as pasan haciendo actividades escolares. En porcentaje del total según frecuencia. Año 2020.

Ayuda requerida por los alumnos/as con las actividades escolares sugeridas. En porcentaje del total según frecuencia. Año 2020.

Frecuencia de correcciones y devoluciones dadas por los docentes. En porcentaje del total según frecuencia. Año 2020.

Metodología de evaluación utilizada en los exámenes. En porcentaje del total según frecuencia. Año 2020.

El informe “Tiempo destinado a actividades escolares y acompañamiento de adultos”, del Observatorio Argentinos por la Educación y con autoría de Mariano Narodowski, Víctor Volman y Federico Braga, presenta los resultados de una encuesta nacional a 262 familias orientada a relevar las prácticas escolares de continuidad pedagógica en el contexto de la pandemia de COVID-19. El documento es el tercero de la serie La educación argentina durante la pandemia de COVID-19.

El 52,2% de los alumnos destina más de 3 horas por día a sus actividades escolares. Uno de cada diez (9,6%) dedica más de 6 horas diarias. Las cifras ratifican que la continuidad pedagógica tuvo una distribución social desigual, condicionada sobre todo por la presencia de conexión y dispositivos, la capacidad del hogar y el esfuerzo escolar.

El 61,4% de los alumnos recibe siempre correcciones o devoluciones de un docente, y solo un 10,6% manifiesta no tener devolución de sus maestros. El 11,5% de los alumnos fueron evaluados mediante pruebas o exámenes desde el inicio de la pandemia. En estos casos, 3 de cada 4 evaluaciones fueron conceptuales.

“Cualquier propuesta de transformación deberá tener como centro la utilización del tiempo (algo que la tradición educativa ya venía discutiendo) pero también el espacio físico escolar, variable que nos ha sido arrebatada casi por completo durante esta pandemia. Volver atrás será difícil. Ir hacia otro modelo nos obligará a repensar hogar y escuela, como tiempos y espacios que no sólo son claramente diferentes sino que, desde el inicio de la introducción de la tecnología "Escuela" han sido y serán tiempos y espacios también en contradicción”, comentó el especialista en gestión educativa, Flavio Buccino.

"Los alumnos necesiten en su gran mayoría apoyo de los adultos para hacer su tarea escolar da cuenta de un modelo pedagógico que otorga escasa autonomía a los alumnos para hacer su tarea. Cuando el docente construye su propuesta virtual sigue armando una actividad que lo supone a él o a un adulto como soporte”, observó la investigadora de Flacso, Guillermina Tiramonti.

La especialista señaló que “los chicos no han adquirido el hábito de la autonomía cuando trabajan presencialmente y además la tarea que se les encomienda virtualmente se adapta a esta concepción de dependencia del alumno del maestro o adulto" y agregó: "En el mundo digital brinda posibilidades muy fuertes para desarrollar la autonomía de los alumnos y nuestra escuela no las está aprovechando”.

“El momento de estudio, sea en la escuela o en el hogar, genera mejores aprendizajes siempre y cuando sea acompañado de: tiempo efectivo dedicado a la tarea por parte de los estudiantes, de un reordenamiento de los recursos didácticos y de los contenidos educativos que se enseñan y de un clima general de bienestar”, señaló el director general del Observatorio de la Convivencia Escolar de la Universidad Católica de Cuyo, Alejandro Castro Santander y añadió: “En el caso del currículo y ante la necesidad de priorizar contenidos, el slogan de Singapur “menos es más”, se convierte hoy en un potente objetivo. Queda como desafío para el regreso, que las decisiones en relación a la cantidad y calidad del tiempo, sean fruto de un debate profundo que involucre a cada comunidad educativa”.

La encuesta se realizó entre el 24 de junio y el 3 de julio y fue respondida por familias en base a una muestra representativa a nivel nacional de escuelas primarias comunes de gestión estatal en ámbitos urbanos. Los datos de este informe, sin embargo, surgen de una sección de la encuesta que no tiene representatividad estadística a nivel nacional, es decir, debe ser tomado como una encuesta a 262 familias aleatorias de todo el país. La información fue recogida en línea, es decir que los resultados corresponden a hogares con conexión a internet.

Estos datos forman parte de una serie de cuatro informes sobre la situación de familias y alumnos durante el aislamiento, elaborados a partir de los resultados de la encuesta realizada por Argentinos por la Educación. Anteriormente se publicó un informe sobre la frecuencia y fines del vínculo pedagógico en cuarentena, y otro sobre los dispositivos y medios de comunicación para mantener el vínculo pedagógico en cuarentena. El cuarto y último informe será sobre la percepción respecto a los aprendizajes y la conformidad con los docentes.

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